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miƩrcoles, 7 de julio de 2010

Desenmascarando la historia oficial

Por: Luis PeƱa Rebaza
Durante muchos años, generaciones enteras de peruanos entonamos tan humillante y antihistórica estrofa del Himno Nacional, escrito por José De la Torre Ugarte. En la noche del miércoles 30 de junio, asistí al Teatro Municipal, se trataba de la muy justa y oportuna ceremonia de condecoración que, el municipio de Trujillo, rendía a Dora Varona, ilustre mujer, escritora y poeta, esposa del inmortal Ciro Alegría.

Allí pude ser testigo y, en buena hora, no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, que la mayoría de asistentes, algunos aun a medias, cantamos la sexta estrofa. Sin duda, es una saludable medida que debe acompañarse con el deslinde y la corrección, en los Ômbitos educativos y culturales, de aspectos sustanciales de nuestra historia que aún permanecen en el ostracismo.

Es algo que debimos hacer desde mucho antes pero, quizĆ” el consuelo sea decir, mĆ”s vale tarde que nunca, es hora de que como peruanos empecemos a levantar la alicaĆ­da autoestima heredada de siglos enteros. En la escuela y colegio nos engaƱaron que un grupito de 160 o 170 espaƱoles, dizque posiblemente perteneciente a una raza “superior”, tuvieron la capacidad y el coraje para derrotar a un Tawantinsuyo, donde se calcula un promedio superior a los diez millones de habitantes. A partir de allĆ­ fuimos considerados una raza dĆ©bil, sin la valentĆ­a, honor y decisión necesarios y cuyos execrables vicios: consumo de coca, chicha y alcohol, la mantenĆ­an en el analfabetismo, la miseria e ignorancia. Una “historia oficial” que, por desgracia, aĆŗn se difunde en muchas instituciones educativas tergiversando tendenciosamente los hechos y cubriendo con el manto del olvido a personajes que, por el “delito” de ser indĆ­genas o mestizos, hasta la actualidad continĆŗan en el mĆ”s vil olvido y anonimato. Por ejemplo, ¿quiĆ©n ha escuchado mencionar los nombres de Marcelino CarreƱo, Ignacio Quispe Ninavilca, Alejandro Huavique, Cayetano Quirós, y otros jefes montoneros y guerrilleros cuyo aporte fue decisivo para los triunfos de JunĆ­n y Ayacucho?

¿Largo tiempo en silencio gimió…?
¡QuĆ© mentira mĆ”s grande y daƱina para nuestra autoestima colectiva!

Desde el inicio de la mal llamada conquista, se trató en realidad de una verdadera guerra civil entre peruanos de diferentes etnias y, cuyas rivalidades azuzó el invasor, “Divide y reinarĆ”s”, se hizo evidente el descontento y se gestaron revueltas y rebeliones contra los espaƱoles. AllĆ­ estĆ”n para corroborar lo dicho las gestas de Tito Atauchi, Manco Inca en 1536, TĆŗpac Amaru I, Juan Santos Atahualpa en Tarma en 1742, jamĆ”s fue derrotado, TĆŗpac Amaru II, Mateo Pumacahua, los hermanos Angulo y otros hĆ©roes y precursores. Protagonistas de históricos y dignos episodios y gritos de libertad que brotaron a torrentes en los enhiestos y abruptos Andes.

La consecución de nuestra ansiada identidad nacional implica conocer y reconocer los autĆ©nticos sucesos y protagonistas y, a su vez desenmascarar a los falsos hĆ©roes, Es el simple coletazo de un perro faldero la historia que no nos rebela y nos forja una conciencia crĆ­tica y autocritica de nuestra realidad. AsĆ­ que, empecemos, de una vez por todas, a purgar y extirpar aquellos demonios colectivos que nos impiden plasmar un paĆ­s integrado y hacia donde, sin distingos de ninguna naturaleza, confluyan “Todas las sangres”.


Publicado  Por la Industria 4 de Julio del 2010

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